La reina de las sopas frías en España es sin duda el gazpacho. Esa receta no os la vamos a dar, porque cada casa tiene la suya y no quisiéramos nosotras crear discrepancias, pero sí algunas ideas para hacer variaciones sobre ella:
Gazpacho de fruta
Se trata de sustituir entre un 20% y un 30% del tomate de la receta por fruta. Así obtenemos gazpachos con sabores interesantes que mezclan el dulce con el ácido, y suben el umami de la preparación. Estas serían algunas de las más interesantes:
- Cereza: le da un sabor muy característico y le queda muy bien cambiar el vinagre de Jerez habitual por vinagre balsámico (¡ojo! no crema de balsámico, vinagre)
- Sandía: ideal si queremos un gazpacho muy líquido para beber, pero no nos gusta aguado, ya que la sandía le aporta ese líquido necesario. Suaviza el sabor del gazpacho tradicional y lo hace más refrescante.
- Mango: es el que queda más exótico, si os queréis tirar del todo a la piscina, añadidle también un poquito de cardamomo.
- Fresa: este ya casi es un clásico, pero será por algo y es que gusta muchísimo. Aprovechad la temporada de fresas y guardad un buen alijo de ellas congeladas. Así las podéis sacar fuera de su temporada para hacer gazpacho y además lo enfrían. Si tenéis tomates un poco insípidos, realzan su sabor.
- Nectarina: la versión sostenible del de mango, queda parecido pero menos exótico y más local
Sustituir el pan
si queremos hacer un gazpacho sin pan, por cualquier motivo (por ejemplo porque viene una persona celíaca a comer a casa) pero no queremos que quede tan líquido, una gran idea es echarle un puñado o dos de almendras tostadas o de avellanas. El sabor le va perfecto y le aportará consistencia.
Toppings proteicos
A menudo en verano nos apetece tomarnos un buen bol de gazpacho como plato único, pero nos quedamos cortos de proteínas en esa comida. La solución es añadirle toppings que nos cubran esa parte (y reforzar en las ingestas siguientes por que probablemente la ración proteica no sea completa):
- Edamames crujientes: los venden tostados y un poco salados, muy socorridos para unas prisas
- Garbanzos especiados: solo tenemos que coger un bote de garbanzos, escurrirlo, echarles bien de especias y un poco de aceite y tostarlos a horno medio hasta que queden crujientes. Los podemos conservar varios días en un bote hermético.
- Edamames frescos: muy buen topping, mejor comprarlos congelados ya pelados para ahorrarte ese paso. Se pueden cocer en el microondas en unos minutos.
- Dados de tofu ahumado: especialmente los tofus más duros, que harán más contraste y además su sabor es más pronunciado. Venden uno en un supermercado alemán que no vamos a nombrar, que es ideal para esto.
- Soja texturizada: la hidratamos, la hacemos un una sartén bien condimentada y a fuego bajo hasta que quede tostadita. Y a un bote para ir usándola.
- Tempeh marinado: cortado en taquitos y dorado en la sartén, no necesita nada más para ir coronando un gazpacho bien espeso.
- Mix proteico: mezcla levadura de cerveza, semillas de cáñamo y semillas de calabaza, y le pones un par de cucharadas generosas a tu plato.
Y aprovechamos para dejaros un menú saludable de temporada:

Artículo de Lucia Martínez, dietista-nutricionista Colegiada CV00728.
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