Ya que se ha vuelto cada vez más popular, seguramente has oído hablar de ella pero no sabes que es la dieta baja en FODMAP.
Se trata de una forma de tratar los síntomas digestivos en personas con ciertos trastornos gastrointestinales, como enfermedad de Crohn o colon irritable, entre otras.
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La dieta implica restringir temporalmente los alimentos que contienen ciertos carbohidratos fermentables, conocidos como FODMAP, y luego comenzar a introducirlos de manera gradual en la dieta para identificar cuáles son los desencadenantes de los síntomas.
Fases en la Dieta Baja en FODMAPs
Para tener esta dieta baja en FODMAP, tu nutricionista deberá encargarse de revisar y gestionar esas reintroducciones para evitar hacerla de manera errónea.
Durante la fase de eliminación, se debe trabajar con una lista de alimentos permitidos y prohibidos por su contenido en dichos FODMAP.
Ya que muchas personas se sienten aliviadas de los síntomas en la fase de restricción o dieta low FODMAP, pueden tender a pensar que esta dieta es una solución permanente y quieran mantenerla en el tiempo.
Sin embargo, es importante tener claro que no es recomendable mantener dicha dieta a largo plazo, ya que puede llevar a carencias nutricionales y otros problemas de salud. También es importante destacar que estos alimentos ricos en FODMAP son ricos en prebióticos, que ayudan a alimentar a las bacterias necesarias para los procesos digestivos del intestino.
Una dietista-nutricionista especializada también te facilitará la posibilidad de trabajar con un menú bajo en FODMAP o recetas, para que el proceso sea más fácil y sencillo, ya que la fase de eliminación durará un mínimo de unas 4 semanas.
Si no revisamos la dieta FODMAP junto con una profesional de la salud y la nutrición como es la figura del dietista-nutricionista, podemos acabar teniendo déficit en nutrientes clave como el calcio, así como una ingesta insuficiente de fibra.
Problemas en el mantenimiento a largo plazo de la dieta
Si, a su vez, mantuviéramos dicha dieta baja en FODMAP durante mucho tiempo, podemos encontrar cambios en la microbiota intestinal, así como una reducción de la diversidad microbiana.
Dicha microbiota intestinal, es esencial para la salud digestiva así como para el sistema inmunológico, estando relacionada su reducción con una mayor incidencia de enfermedades crónicas.
Tras esa fase, se debe comenzar a introducir de nuevo los alimentos ricos en FODMAP de manera gradual, para ir descubriendo cuales son las cantidades toleradas por cada persona.
Es importante, que siempre se tienen que hacer nuevas introducciones de alimentos por separado, para poder confirmar el causante concreto en caso de nuevos síntomas y ser precisos en las cantidades toleradas de cada alimento.
Consulta con un profesional de la nutrición especialista
El objetivo final, es poder conseguir una alimentación variada, saludable, en la que no haya carencias nutricionales y sin que se experimenten síntomas digestivos tras todo el proceso.
Cada persona es diferente y pueden existir tolerancias diferentes ante los mismos tipos de alimentos o cantidades de dichos FODMAP.
Por lo tanto, es esencial trabajar con un dietista-nutricionista que nos guíe y ayude a llevar una dieta baja en FODMAP para asegurarte de que se está siguiendo de manera segura y efectiva.
¿Sufres de problemas intestinales y no encuentras alivio?
En Aleris Clinic contamos con un equipo de nutricionistas especializados en la salud gastrointestinal que pueden ayudarte a mejorar tu calidad de vida.
La salud intestinal es fundamental para el bienestar general del cuerpo y una mala alimentación puede afectar gravemente el sistema digestivo. Nuestras nutricionistas están capacitadas para evaluar tus necesidades y crear un plan de alimentación personalizado que te ayude a reducir los síntomas de tus problemas intestinales.
En Aleris Clinic, nos enfocamos en el tratamiento de la causa subyacente de los problemas intestinales en lugar de simplemente aliviar los síntomas.
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