Contexto sociodemográfico
No es ningún secreto que en la mayoría de países occidentales tenemos una población envejecida, tanto porque la natalidad ha bajado considerablemente en las últimas décadas como por la mayor esperanza de vida de la que gozamos gracias al avance de la medicina, la higiene y las condiciones de vida.
Así que ante un sector de la población que es ya muy numeroso y no deja de crecer es importante plantearse una situación que quizá hasta hoy no era demasiado común pero que cada vez lo va a ser más: personas mayores que son veganas o vegetarianas, y que necesitan recursos para que su elección política, ética, religiosa o personal sea respetada en cualquier circunstancia, incluso en aquellas circunstancias en las que no estén en condiciones de alimentarse por si mismas o elegir sus alimentos.
Estado de salud de la población vegetariana de edad avanzada
En el mundo occidental no se han encontrado diferencias significativas en la ingesta de nutrientes entre la población general y la población vegetariana mayor de 65 años.
Sabemos además que la alimentación vegetariana es protectora frente a enfermedades de gran prevalencia en esa franja de edad como la diabetes, la hipertensión, las dislipemias, las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
Con lo que no deberíamos poner ninguna pega, como sanitarias, ante el hecho de que un/a adulto/a mayor nos indique que ese es su tipo de dieta.
No hay razón para creer que una persona vegetariana tendrá una nutrición peor por este hecho, en realidad si miramos a poblaciones actuales con gran proporción de vegetarianos, veremos que su longevidad es mayor que la de la gente de su entorno.
Tenemos un claro ejemplo en Loma Linda (California), considerada una de las “blue zones” donde la esperanza de vida es 10 años superior a la media de la zona y su calidad de vida llamativamente buena, siendo uno de los motivos la alta adherencia de sus habitantes a una alimentación vegetariana por motivos religiosos.
En Aleris Clinic, estamos especializadas y sensibilizadas con la alimentación vegetariana y vegana en todas las etapas de la vida. Te esperamos en Valencia, Palma u online, para ofrecerte la atención personalizada que necesitas para mejorar tu salud.
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Dificultades probables si se lleva una alimentación vegana en la vejez
Al no estar la alimentación vegana todavía totalmente normalizada, es habitual que las personas que se identifican con esta postura política se encuentren dificultades añadidas a la hora de mantener una alimentación acorde a sus principios.
Esto se agrava en la población de edad avanzada porque concurren a menudo situaciones que incrementan la dificultad:
- Es una población con más patologías crónicas que a menudo precisan de recomendaciones dietéticas específicas. Rara vez esas recomendaciones se encuentran adaptadas a población vegana en las consultas sanitarias, lo que obliga a hacer adaptaciones caseras que no siempre se realizan correctamente.
- En gran parte del país, el acceso a una dietista-nutricionista que pudiera realizar esas adaptaciones sólo está disponible en la sanidad privada, que por desgracia no todo el mundo puede costearse.
- Se trata de una población que se encuentra en muchos casos institucionalizada. Ya sea en residencias, centros de día o incluso qué pasa largos periodos de hospitalización. De momento, no existe una ley que obligue a respetar este tipo de alimentación en ninguno de esos contextos y quedaría a expensas de la buena voluntad y los medios del centro en cuestión.
- A menudo se trata de personas que no están en condiciones de tomar decisiones respecto a su alimentación, ya sea por deterioro cognitivo o por problemas físicos. Es habitual que en esos momentos se dejen de respetar sus elecciones a pesar de que sean conocidas por sus familiares y se llevaran años o décadas de veganismo previamente.
Consejos prácticos
Es de vital importancia asegurarse de que la suplementación de vitamina B12 se mantiene de forma correcta, especialmente si existe deterioro cognitivo.
En este sentido, si no hay contraindicación, el suplemento semanal de 200-2500mcg de cianocobalamina sigue siendo una buena opción, ya que además es una dosis que asegura la absorción aún a pesar de que existiera hipoclorhidria o problemas con el factor intrínseco.
Los consejos de alimentación vegana saludable no difieren demasiado en esta etapa respecto a los que daríamos a un adulto más joven.
Lo importante es adaptar la alimentación a las diferentes necesidades que puedan surgir: fácil masticación si faltan piezas dentales y adaptación a distintas patologías o circunstancias, exactamente igual que haríamos con aquellos que llevan una dieta tradicional
En el caso de que haya problemas de masticación, tomar las legumbres bien cocidas o en forma de untables como el hummus será de mucha ayuda, así como las cremas de frutos secos. El tofu es un alimento excelente en este contexto por su textura suave y su gran valor proteico y nutricional, también las hamburguesas caseras de legumbre o soja texturizada son excelentes opciones si hay problemas de masticación.
Las frutas demasiado duras como la manzana o la pera se pueden cocer para obtener compotas y también podemos preparar helados de fruta congelada que serán agradables y fáciles de comer.
El consumo de verduras y de cereales integrales seguirá el mismo patrón que si hablamos de una alimentación tradicional.
Es especialmente importante que las personas mayores mantengan un buen aporte proteico y en el caso de las personas veganas es posible que esa parte se descuide por dificultad o por desconocimiento de la propia persona o de sus cuidadores/as.
Alimentos como las legumbres en todas sus preparaciones, el tofu, el tempeh, el yogur y la bebida de soja, los frutos secos y las cremas de frutos secos y semillas, y los derivados de legumbre deben estar presente a diario en su alimentación, en todas las ingestas.
Podemos además reforzar el aporte con un par de cucharadas diarias de levadura de cerveza, o en caso de necesidad o falta de apetito incluso recurrir a proteína vegana en polvo para asegurarnos de que cubren sus requerimientos. Si la elegimos sin sabor, podemos añadirla para enriquecer un puré, un porridge, un café con bebida de soja, o amalgamar unas albóndigas o unos falafels.
Con un poco de interés, ayuda profesional de una dietista-nutricionista si existe patología y unas mínimas precauciones, se puede mantener una alimentación vegana nutritiva y suficiente en todas las etapas de la vida.
Te esperamos en Aleris Clinic, en Valencia, Palma u online, para ofrecerte la atención personalizada que necesitas para mejorar tu salud.
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Artículo de Lucía Martínez, dietista-nutricionista Colegiada CV00728.